Pero qué manía tiene la gente a ponerle etiquetas a todo y a todos. 'Ah, ¿tú eres de esas?' Pero bueno, de esas ¿qué? a ver especifique usted ... vamos, que no hay comentario que más me reviente que ése.
No estamos venga luchar por la individualidad de cada uno y luego resulta que en la práctica la necesidad de equipararlo todo con todo se convierte en esencial.
Lo diferente por principio no gusta, es más suele producir rechazo y si luego acaba gustando, ya es del agrado de las masas y suele perder su caracter primigenio.
Vamos, admitamoslo nos gusta ser diferentes pero sabernos arropados por los nuestros, la comprensión del alma gemela y todo eso... y es que al fin y al cabo vivimos en sociedad, ya sea esta de vecinos, internautas
bloggeros, deportistas..., o ...de la real...de esa igual mejor no hablamos... uuuy que pierdo el hilo...
Todo esto para acabar diciendo que al fin y al cabo las etiquetas nos las acabamos poniendo nosotros mismos.
Eso sí, reivindico mi derecho a ponerme la etiqueta que me dé la gana, ah ah ah- otra cosa muy distinta es que me hagan gracia las dichosas comparaciones. No sé si he acabado aclarando algo o liando más la marrana... será consecuencia del ciclón!