Muchas veces me ha sorprendido cómo en diferentes culturas separadas en tiempo y espacio se dan geometrías similares. Me explico, o al menos lo intento, el ejemplo más obvio, el primero que me viene a la cabeza son las pirámides de Egipto y las Mayas-aztecas de América, tendrán sus diferencias que no digo yo que no, pero hay una similitud, como si los arquitectos que supongo en aquella época lo tendrían difícil para mantenerse en contacto con sus tocayos transatlánticos, siguieran una misma corriente, ¿una conexión transoceánica inalámbrica?
Y es que estamos hablando de allende los mares allá por el 2700 a.C., cuando las mastabas y las pirámides escalonadas perlaban las orillas del Nilo o las dunas del desierto... vale que las pirámides del sol y la luna
de Teotihuacan o la de Chitzen Itzá fueron erigidas posteriormente, hacia el S. I. pero es que resulta que también los chinos usaban construcciones semejantes como tumbas.
Así que la duda surge, nos guía una moda inconsciente, ¿de verdad somos como corderos y necesitamos seguir al rebaño? porque ahora resulta que hasta lo transgresor, ese arte que pretende ser diferente e ir contra-corriente no es tal, porque al final siempre hay alguien a quien le gusta y sienta precedente para futuros seguidores , al fin y al cabo a nadie le gusta sentirse solo frente al peligro...
con o sin silencio de los corderos...
Mira que al principio sólo quería hablar de las muchas similutes que se dan en las formas de distintas culturas, países y épocas... y es que se me va el hilo y me descarrío... ;)