martes, 27 de octubre de 2009

Despotricando...otra vez!


Está mi ciudad en obras, vayas por donde vayas, allí te esperan con un polvoriento abrazo los días soleados y con fangosas palmaditas los días de lluvia... ¡todo un detalle para el viandate!

No voy a hablar de las peripecias de los conductores para llegar a sus destinos a tiempo porque evito en la medida de lo posible el uso del coche en la ciudad, en serio, saca lo peor de mí...
Así que me limito a mi experiencia diaria, y es que hoy según volvía he oído con indiscreción un retazo de conversación entre una madre y su avispado hijo, la madre le iba diciendo "¡Cómo estoy de las obras...!" a lo que su criatura rápidamente añadió sin dejarla terminar "¡hartiiiiiiiiisimo!".
Fiel reflejo del sentir general...

Vamos, que lo de renovarse o morir y por el bien de los ciudadanos lo entendemos todos. De igual manera que no somos tontos y comprendemos que alguien se forra a cuenta de las susodichas obras, porque tiene chicha el tema... no iréis a decirme ahora que no!!! ¿cuándo fue la última vez que abrieron en canal esa misma calle cuyas tripas ahora yacen al descubierto? ¿un año? ¿un poquito más o menos? Y es que en su momento no se dieron cuenta que lo dejaban a medias!!??

Lo de la falta de previsión a lo mejor es meramente anecdótico y es que no sé nada de leyes urbanísticas y demás parafernalia... pero sé que cuando en una calle estrecha metes más de tres mini-escavadoras la colapsas, y más aún si no cortas el tráfico y el cruzar la calle se convierte en un jugarse la vía, a ver que no vengan coches, ni el tranvía, ni la puti-escavadora marcha atràs! y cuando llegas al final de la calle, anda!!! hay que dar media vuelta porque hay un mega camión bloqueando el paso con su vomitona de piedras y polvo...

Pues nada, ya me explayado...



domingo, 11 de octubre de 2009

Bonzo Kamikaze o el Servicio de la Limpieza


Esta es una de esas excepciones en las que empiezo por la idea y no por la imagen, y es que no sé si al final encontraré una que me convenza para acompañar la entrada...

No sé si os habrá pasado lo mismo, o si en vuestros municipios la historia funciona igual. Esto es lo que me ocurre, de camino al trabajo o de vuelta
a casa, sea como sea, hora tal o cual, siempre me acabo encontrando con el amable conductor de la mini-furgona de la limpieza.

Para empezar, el bicho (la mini-furgona en este caso que nos ocupa) de por sí ya da miedo. Si procedo a su descripción lo primero a menionar serían sus rodillos absorbentes y multi-laterales que van girando a velocidad estándar produciendo cierta sonoridad molesta que por lo visto no le impiden recoger la porquería de las aceras.
Y digo por lo visto porque lo que es mi vista (vale que soy miope, pero las lentillas suplen eficazmente este pequeño defectillo) no aprecia grandes diferencias entre el antes y después pero mi naricilla (salvo cuando sufre congestión) aprecia cierto tufillo desagradable proveniente del mecanismo del bicho...

Vamos, que espero quede claro que semejante bicho me parece una atrocidad, pero si cumpliera su misión lo aceptaría sin rechistar, al fin y al cabo la estética no lo es todo...

Claro que la belleza tampoco está en el interior, ya que el conductor que nos ocupa en este caso debe tener bastante mala leche (aunque esto es una opinión mía y por tanto bastante subjetiva) ya que da la sensación de jugar a los rallyes en la plazuela en la que me lo suelo encontrar y sin dar aviso de '¡Al asalto! ' te encuentras asediado e indefenso ante el monstruo ... y te dan ganas de liarte a bolsazos con el engendro o en su defecto a mostrarle amablemente tu dedo preferido ( como en el anuncio ese de Laura-cotidianas...

Dicho lo cual me despido hasta la próxima. Ah , al final encontré imagen... :)
287 escalones para maravillarse con las vistas
364 sorpresas por descubrir con curiosidad