Luminaria

Clausurando un finde pasado por agua y viento que me gusta lo mismo que un huevo pasado por agua, es decir, más bien poco... pero que también tiene sus cosas buenas. (Doy por sentado que ya ustedes saben y no necesitan más explicación porque sino pierdo el hilo y luego no se me entiende un carajo).

Siempre que llueve, vale no siempre..., me acuerdo de ese poema de las gotas golpeando contra el cristal y me transmite un sentimiento de nostalgia porque recuerdo el preciso instante, de acuerdo tampoco tan preciso..., en que estábamos en clase estudiando o meramente leyendo el poema en cuestión y era como un reflejo de nosotros encerrados tras esos cristales golpeados por la lluvia, con el repiqueteo tan característico de las gotas llamando con fuerza en las ventanas. Y luego estaba la parte esa en la que -el poema digo- hablaba de Caín matando a Abel... ¡qué fuerte! y hasta parecía que el frío te hacía estremecer...

Y me imagino a los chavales de ahora leyéndolo y me pregunto en qué pensaran, que se les cruzará por la cabeza, un "y este tío de qué iba? ¿no tenía paragüas?"

Porque hay que ver lo espabilados que son ahora los condenados,¿no? No se cortan un pelo y lo que de pequeños tanta gracia hacía a todo el mundo, de adolescentes se convierte en irreverencia. Puntualizo para evitar malentendidos, la irreverencia me parece fundamental en un adolescente, porque si no es entonces ¿cuándo narices? pero tienen que controlar, conocer los límites, los derechos y sus responsabilidades, que las acciones al igual que las palabras tienen consecuencias, y paro que ya me estoy desviando...

Que no digo yo que no los haya que aprecien la lectura, de hecho lo he podido comprobar en clase y a algunos sí que les gusta leer e imaginar, porque es increíble lo que les cuesta a la mayoría usar la imaginación! Y es que están acostumbrados a que se lo demos todo mascadito y al final vamos a terminar convirtiéndoles en auténticos inútiles. Yo lo intento, hacerles pensar, digo, a veces con más éxito que otras (por ellos o porque tengo que cumplir con el programa, o porque me han tocado mucho las narices...), y ellos poniendo de su parte según lo cansados que lleguen...

Vale, ya he hecho los deberes y en una fugaz visita a San Google he recordado oportunamente que el poeta es Machado ;) Mi Google... mi luminaria....(léase con voz de ET o con la que quiera el lector..., pero entonces no tiene gracia...)