lunes, 9 de febrero de 2009
no me grites, que no te oigo
Los reyes Majos me obsequiaron con un mp4- lo del cuatro todavía no lo he usado mucho..., tengo que seguir investigando- que uso en mis trayectos al curro, dos de ida, dos de vuelta, me da para escuchar un poco de música. Y es gracioso, pero a veces me doy cuenta de que depende de la canción voy más o menos rápido, como si siguiese el ritmo. Así que últimamente me fijo en otras orejas pegadas a pinganillos, pero no, no es obvio que vayan balanceando la cabeza, ni su cadencia me sugiere ninguna canción en especial, serán cosas mías...
Al principio me abrigaba las dos orejas, pero es que me daba la sensación de meterme en mi propia banda sonora, desconectada de lo que sucedía a mi alrededor y decidí liberar una para captar los sonidos ambientes, ya sabeis, coches, pasos, retazos de conversaciones (esto es algo que no puedo evitar, prestar atención a lo que no me importa, llamadlo curiosidad, ganas de cotillear, yo qué sé!. ahora voy estupendamente hasta que el otro día me encontré con un conocido que debió oir la música que salía del otro auricular y pensó lo que cualquiera "está sorda, la pobre, voy a gritar un poquillo para que me oiga bien" y vaya susto que me metió!
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Como yo voy en coche a trabajar pues nada de pinganillos, hace meses, demasiados, cuando corría un poquito, salía con el MP3, y la verdad el ritmo ayuda a la cadencia; pero dejó de funcionar, el MP3 se entiende...¿será por eso que dejé de correr?
ResponderEliminarMuakas polita!!!
misstake, tienes un ipod de 8gb esperándote en casa, aunque si quieres voy detrás cantándote lo que quieras (aunque ya no sería correr, sino huir)
ResponderEliminarsislen, mejor bajar el sonido de los cascos, te enteras igual del mundo que te rodea. Cierto es lo de la velocidad de crucero que nos marcan los bps.
En casa, el entreno en rodillo lo hago en el garaje. Coloco el coche estratégicamente, con las ventanas abiertas, y aprovecho para escuchar cosas raras, o moviditas. En la calle, aparte de por el peligro, me encanta escuchar mis arrítmicos pasos, mi agónica respiración, y los terminales latidos de mi corazón. Una maravilla, tú.
ResponderEliminarÚnicamente he ido escuchando música por la calle en 2 ocasiones:
ResponderEliminar1- Para animarme en la marcha, un día hace muchos años, que me entró la venada de salir por primera vez a correr.(Sólo he salido a correr 5 veces en toda mi vida).
2- Para ver qué se sentía yendo por la calle con la música en las orejas.
Las ganas de bailar y de cantar que me entraron se hicieron tan irreprimibles que no puede repetir la puesta de cascos callejera.
Sis, de haber seguido más días, hubiera sido una de esas personas que cuando las miras le pillas no sólo moviendo la cabeza al ritmo, sino cantando y hasta a veces bailando.
misstake, con tantos gigas esperandote puedes empezar a entrenar para un tri... ¿no davidiego?
ResponderEliminardavidiego, los llevo al 3, si lo bajo más no oigo... me estoy quedando sordinete oigaaaaa!
ramón, malo malo dejar de oir la respiración de uno mismo...que siga la maravilla!
isadora, hay veces que me noto que la cabeza cabecea al son... en fin! oye, también hay gente que silba por la calle...y qué bonito!
Desde que leí esta entrada me he estado acordando de tí, porque he visto varias personas siguiendo el ritmo de la música que iban oyendo, bien dándose golpecitos en la pierna, en la tripa... incluso esta tarde he visto a uno cantando por la calle sin ningún pudor! Y a mí que me mola verlo...
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