domingo, 22 de febrero de 2009

una de decoración


Hoy tocaba reunión de esas que se dan tres veces al año para la entrega de regalos de cumpleaños, ponerse las botas con delicias culinarias varias y darle a la sinpar sin hueso como dice la dueña del punto de encuentro...
La cosa, creo recordar, surgió en la uni (si me equivoco me corregis y a ver si así os obligo a comentar...;)) y fue evolucionando con los años -indicador indiscutible de que nos hacemos mayores, como si las canas no fueran suficientes...-hasta convertirse en una agradable comida que se alarga hasta las 5 de la tarde en que todavía andamos con el postre y cotorreando del tema que toque.
Entre una cosa y otra también da tiempo para sugerencias de blog, aquí cada cual tiene sus preferencias, como en todo. Pero bueno para que la yonqui opositora que a fuerza de tesón logrará su plaza vea que tomo nota, que sepan ustedes que si van a decorar sus casas, hay ciertas normas que JAMÁS se deben obviar, que yo recuerde la principal es no entelar la cabecera de una cama, pues porque no queda bien y punto pelota. Tampoco es de recibo enmoquetar suelos o paredes, por la simple razón de lo que sufrirían los alérgicos a los ácaros y al mal gusto... un poco de compasión... Ah, sí! tampoco entra dentro de lo aceptable empanelar recibidores de arriba abajo y de izquierda a derecha o viceversa de malditos espejos, es que como se te rompa uno la mala suerte te perseguirá toda tu vida!!
En mi decálogo personal figura la madera, me gustan los suelos de madera, crujan o no, ahora bien, las paredes sin madera, please, que ya colgaré yo cuadros o fotos para vestirla...

Queridos lectores, les invito amablemente a aportar su opinión sobre lo que nunca debería hacerse a la hora de decorar un piso...y si no pues ná. Eso es todo, eso es todo amigos...

P.D. ¡Qué bien huele la mimosa!

lunes, 9 de febrero de 2009

no me grites, que no te oigo


Los reyes Majos me obsequiaron con un mp4- lo del cuatro todavía no lo he usado mucho..., tengo que seguir investigando- que uso en mis trayectos al curro, dos de ida, dos de vuelta, me da para escuchar un poco de música. Y es gracioso, pero a veces me doy cuenta de que depende de la canción voy más o menos rápido, como si siguiese el ritmo. Así que últimamente me fijo en otras orejas pegadas a pinganillos, pero no, no es obvio que vayan balanceando la cabeza, ni su cadencia me sugiere ninguna canción en especial, serán cosas mías...
Al principio me abrigaba las dos orejas, pero es que me daba la sensación de meterme en mi propia banda sonora, desconectada de lo que sucedía a mi alrededor y decidí liberar una para captar los sonidos ambientes, ya sabeis, coches, pasos, retazos de conversaciones (esto es algo que no puedo evitar, prestar atención a lo que no me importa, llamadlo curiosidad, ganas de cotillear, yo qué sé!. ahora voy estupendamente hasta que el otro día me encontré con un conocido que debió oir la música que salía del otro auricular y pensó lo que cualquiera "está sorda, la pobre, voy a gritar un poquillo para que me oiga bien" y vaya susto que me metió!

domingo, 1 de febrero de 2009







Las aristas de las esquinas se unen para cotillear.



pero pronto se cansan de no poder despedirse, tanto tiempo juntas no es buen asunto.



Hace algún tiempo que sus puertas no han sido abiertas de par en par.

Los secretos que esconden tras ellas polvo almacenan, y ¿qué más da?




A estos colores encerrados en su prisión circular, un libertador artista les gustaría encontrar.
Y dar vida a imágenes sin par. Tanto tiempo separados sin poderse mezclar, tienen mucho que expresar!


















yo me conformo con crear imágenes que me gusten,




ya sea por armonía de colores o de formas o porque intenten


abrir los cajones cerrados de cada cual.




mientras caen en cascada los pensamientos

o se balancean en la mente,

hasta decidirse a convertirse en palabra.


hoy las ideas no me venían a la mente,

sequía en época de lluvias...




así que he decidido que los objetos hablen por mi...


un día es un día.








287 escalones para maravillarse con las vistas
364 sorpresas por descubrir con curiosidad