domingo, 22 de marzo de 2009

Reina por un día


Érase que se era una vez una pequeñita bolita de metal. Nació en el seno de una familia de pesos pesados, mamá sierra y papá hacha, abuelo mazo y abuelita pala. Sus hermanas enseguida vieron claro su futuro, tijeritas serían. Pero la bolita pequeña, la última en llegar no lo tenía tan claro...


Rechonchita por fuera y hueca por dentro poco futuro se veía, así que decidió que hierro comería y de oxido se empaparía hasta convertirse en el sumo guerrero de su tribu. Sería la primera bola de demolición de los suyos.


Cuando les contó su sueño a sus padres, estos no supieron qué chirriar... los días pasaban y la pequeña esfera no cogía peso, difícil veían que lograra su meta...

Sin embargo su empeño era tal, que todos los días rodaba por la siderúrgica local en busca de aleaciones perdidas que añadir a su masa.

Mientras su peso apenas sí variaba, su sueño se mantenía intacto. "Querer es poder" había oído en multitud de ocasiones y en otras tantas había comprobado que no siempre era así... pero de todos modos, haría lo posible por lograrlo.


Fue entonces cuando decidió ponerse cachas mediante la sana práctica del ejercicio físico. Consiguió que entre todos le colocaran una cuerda de rama a rama bajo la cual balancearse e ir entrenando para su futura vida laboral, si perfeccionaba la técnica lo suficiente quizá acabaran aceptandola aunque fuera de menor tamaño que el resto...


Ahora no iba a desistir de su empeño, y fue por aquel entonces cuando me la encontré.


Ahí estaba, una esfera cuasi-perfecta, meciéndose al ritmo del viento y emitiendo un suave cascabeleo ... tanto recoger peso de aquí y de allá para dar la talla, ahora resultaba que se había convertido en un eficaz cascabel ...


No terminaría sus días como una feliz bola de demolición (salvo este pequeño homenaje) pero sería el azote de los cuervos en época de cerezas...


Ala, ya está. No hay moraleja, que cada cual interprete lo que le dé la gana, al fin y al cabo el texto ha surgido para cuadrar la fotos.
Y ya, ya sé... a veces se me va la pinza...¿y qué? ;D

domingo, 15 de marzo de 2009

Se acerca cual gato sigiloso ...



Los gatos maullan desgarradamente,

El sol se asoma y calienta,

Las arañas tejen cual Penelopes,

Los insectos se ajetrean de aquí para allá

y los pobres despistados se enredan en platos para otros...

Uuum cómo me gusta el buen tiempo!!!


Hoy hacía viento, y a rachas un poco fresquito, pero un día estupendo para aprovechar paseando.

Entre nubes, como jugando al escondite, el sol anda camuflado, ahora brillo ahora no...
Las plantas se desperezan, hasta yo me desperezo!
La de la foto desafía su sequedad y grita al sol, ¡dentro de unas semanas, verde me verás!
No sé yo...
lo qué sí sé es que dentro de unas semanas, vacaciones tendré!!! ¡qué ganas!

domingo, 1 de marzo de 2009

de tiendas


Ayer tocaba salir de tiendas para buscar un vestido-traje, lo que sea pero un poco de fiesta y especial... Misión harto difícil porque normalmente me cuesta mucho separarme de mis vaqueros y ropa informal, esa con la que estás lista en un periquete y tan campante. Bueno, al caso, que por una vez que te decides a indagar en esas tiendas de "postín" sales -yo salgo- escaldada y mosqueada la mayor parte de las veces.



A saber, echar un ojo a la etiqueta ya te da un mareo que pá que... y es que hay que ver el precio de la tela...¡tela marinera! (¿Será también tan cara?). Me auto-convenzco diciendo es que claro, pagas el diseño, la caída (ni que fuera la de las cataratas del Iguazú) y esto y lo otro. Y llego al siguiente estadio: probarse la prenda en cuestión, aquí además sientes la presión de la dependienta y acabas probandote cosas que por ti no habrían abandonado sus elegantes perchas. Total que ahí vas, te consigues encajar la pieza tras averiguar por donde carajo entra la cabeza y por dónde salen los brazos- aaah todo esto en una mini-cabina en la que como te estires demasiado, le das un manotazo a alguien mientras sufres los efectos de unos mini-focos abrasadores que te hacen sudar la gota gorda, cierto que también hay maxi-cabinas con maxi-cortinones cuyo único incoveniente es que no acaban de cerrar bien y simplemente permiten el regocijo de cualquier indiscreción-lo que ocurre es que como sueles estar bregando con tu prenda ni te enteras y qué más dá si van a ser unos segundos... y en estos por lo menos puedes respirar y maniobrar sin herir a nadie.



Paso siguiente, espejos. Sales, increible pero cierto, hasta ahora estabas entre la 38-40(más de las veces), pues ahora resulta que la 38 te queda grande!!! ¡Anda ya! Del escote sobra por todos lados, a ver que no soy Miss Pechugona! Pero luego te vas a la tienda de enfrente, pides la mismita talla oyes, y resulta que no puedes ni respirar por miedo a que el top estalle ...¿pero en quién están pensando cuando hacen los patronajes?



Ahora toca respirar hondo, salir y comunicarle a la amable dependienta (sí que las hay, pero deben ser una especie en vías de extinción) si hay disponibilidad de una talla menos... porque a ver, así no hay quién se vea bien. Horror, no, pero hay alfileres, ¡odio los alfileres!



Total que ni con, ni sin, no te ves. Y aquí viene la peor parte, la matraca final del "¡pero si es lo que se lleva este año!"- ¿y a mí qué narices me importa si no me gusta? -"Pero si es el último grito" (eso hablando de un vestido de unos 300 euros que caía como un saco, en serio que ahora no estoy exagerando) y claro pienso Estaré pasada de moda, y a ti qué más te dá!



Resumiendo, que tendré que seguir buscando y repetir en sábados sucesivos hasta dar con algo porque es que todavía no han recibido toda la colección, si yo no quiero toda la colección!!!

Ya me he desahogado! tan ricamente! ;))
Y es que somos un poco masocas y encima nos gusta lo de ir de tiendas... a veces eh??
287 escalones para maravillarse con las vistas
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