Érase que se era una vez una pequeñita bolita de metal. Nació en el seno de una familia de pesos pesados, mamá sierra y papá hacha, abuelo mazo y abuelita pala. Sus hermanas enseguida vieron claro su futuro, tijeritas serían. Pero la bolita pequeña, la última en llegar no lo tenía tan claro...
Rechonchita por fuera y hueca por dentro poco futuro se veía, así que decidió que hierro comería y de oxido se empaparía hasta convertirse en el sumo guerrero de su tribu. Sería la primera bola de demolición de los suyos.
Cuando les contó su sueño a sus padres, estos no supieron qué chirriar... los días pasaban y la pequeña esfera no cogía peso, difícil veían que lograra su meta...
Sin embargo su empeño era tal, que todos los días rodaba por la siderúrgica local en busca de aleaciones perdidas que añadir a su masa.
Mientras su peso apenas sí variaba, su sueño se mantenía intacto. "Querer es poder" había oído en multitud de ocasiones y en otras tantas había comprobado que no siempre era así... pero de todos modos, haría lo posible por lograrlo.
Fue entonces cuando decidió ponerse cachas mediante la sana práctica del ejercicio físico. Consiguió que entre todos le colocaran una cuerda de rama a rama bajo la cual balancearse e ir entrenando para su futura vida laboral, si perfeccionaba la técnica lo suficiente quizá acabaran aceptandola aunque fuera de menor tamaño que el resto...
Ahora no iba a desistir de su empeño, y fue por aquel entonces cuando me la encontré.
Ahí estaba, una esfera cuasi-perfecta, meciéndose al ritmo del viento y emitiendo un suave cascabeleo ... tanto recoger peso de aquí y de allá para dar la talla, ahora resultaba que se había convertido en un eficaz cascabel ...
No terminaría sus días como una feliz bola de demolición (salvo este pequeño homenaje) pero sería el azote de los cuervos en época de cerezas...
Ala, ya está. No hay moraleja, que cada cual interprete lo que le dé la gana, al fin y al cabo el texto ha surgido para cuadrar la fotos.
Y ya, ya sé... a veces se me va la pinza...¿y qué? ;D
dicen que las murallas de Jericó calleron con una trompeta.
ResponderEliminarbien podría un diminuto cascabel derribar otras murallas.
Y como quien no quiere la cosa, has inventado un cuentito muy bonito.
ResponderEliminarQué estupenda es la imaginación!
Y cómo nos gusta experimentar con las fotos y las palabras, eh?
Me gustan los colores de bolita y su entorno.
:)
Me mola la bola. Quizá si es capaz de cumplir con un objetivo a su medida, se hinche de orgullo y crezca para ser una bola demoledora...
ResponderEliminarya os contaré cómo le va a bolita-cascabel en el verano... cuando esté a tope de trabajo...:))
ResponderEliminarbooooooooooooooooola demoledooooooooooora!
ResponderEliminarvamos a desaprender cómo se deshacen las cosas!
destrucción!
porquito a poco se derrumban las cosas y, sólo falta dar un golpe bien dado en el punto débil de la estructura.