por un puñado de dólares

Que voy más lenta que un caracol a la hora de publicar no hace falta ni comentarlo, pero iba a otra cosa. Repasando fotos y pensando qué podría decir- no sé si os pasa, pero hay montones de veces que se me ocurre algo y según va surgiendo la idea en la mente me digo "vaya, es una buena entrada" y luego resulta que frente al ordenador ná de ná, que se me ha perdido el hilo y ponte tú a buscarlo! ¿tendrán más retentiva los caracoles?- como decía, me saltó a la vista el hecho tan fascinante de que estos animalillos pelín babosos siempre se llevan la casa a cuestas, ¿bendición o terrible maldición?

A ver, siempre tienen donde caerse muertos - de hecho se llevan su habitáculo hasta la tumba, es más, ellos desaparecen y la cáscara cual museo permanece- algo que a primera vista podría parecer una ventaja. Además la personalizan a la vez que se adecua al tamaño del morador, lo que no sé es si serán intransferibles o también tendrán oKupas...

Inconvenientes, ¿dónde guardan todos sus trastos? y es que estos bichitos parece que no son nada materiales, desprendidos que son ellos ... Ventajas, miren donde miren las vistas son inmejorables y cuando llueve nunca se mojan, ¿o sí?

Nacer con la casa adherida supone cobijo asegurado en época de crisis pero, ¿qué pasa si tu casa no te gusta? vale que te ahorras la hipoteca para los restos... ¿y las vacaciones? ¿apartamento en la playa, casa rural? no tendrán dilema porque no tienen elección, siempre van en autocaraván!!

Me dejo de elucubraciones mentales que este finde va a hacer un tiempo estupendo y hay que disfrutarlo con o sin puñado de dólares.

¡Hasta la próxima!